INGREDIENTES:
lomos de bacalao, hermosos (para Florentino siempre lo mejor, ¡será por dinero!)
leche, no hace falta que sea merengada
habitas baby (aunque en realidad, la cantera poco importa)
ajos encurtidos (con suave toque de vinagre, como la cara de MOU)
tomate (aquí, si que hay tomate)
aceite de oliva virgen extra
PROCEDIMIENTO:
Yo no aborrezco el fútbol, ese noble arte de 11 contra 11, esa capacidad de estrategia, capaz de interceptar todas las líneas de pase, esa inteligencia en el desmarque...esa pasión desbordada, y siempre acabada en unas cervezas en el bar mas cercano... estoy hablando, de los partidos de solteros contra casados...de los partidos de chavales en la era...lo otro... lo de cifras millonarias, el dinero público o pseudo-público mal gastado, las inmensas deudas al erario público, la mezcla de pasiones nacionalistas con el balón de cuero, los periodistas indocumentados, que hacen una praxis cercana a esos programas repugnantes de TV, de los que aberro y huyo, o esos otros periodistas que intentan tocar el corazón del oyente, dándole todas las noches la píldora de la felicidad...eso, lo aborrezco.
La vida sin pasión no merece la pena vivirla... estoy de acuerdo, pero hay que ver a que cosas se le llama pasión...¡vaya regates semánticos a la palabra!
Llevaba la barba de un par de días, blanquecina, con ese encanto que sólo las mujeres entienden, el delantal puesto encima del pantalón corto, todavía lo hacía más atractivo y sexi...no me beso porque no llego, se decía, al mismo tiempo que repetía una y otra vez: tres champions (en un perfecto inglés)...tres ligas...no se cuantas copas...soy el número uno...en ese momento sonó el teléfono, era un periodista pidiendo una entrevista:
-Es usted el director del periódico, ¿no?... yo sólo hablo con el director...
Al instante la señora de la limpieza le preguntó si podía limpiar la cocina, ¿es usted la jefa de las limpiadoras? ¿no?... yo sólo hablo con la jefa de las limpiadoras...
Mourihno, que sólo pone al día la cartilla del banco, si Emilio Botín está en la ventanilla, cogió dos impresionantes lomos de bacalao y los sumergió en el fondo de una olla (al igual que predispone los gladiadores de su defensa, nada de tecnicismos), eso si, recubiertos de una leche blanca, casi merengada...
Mourihno, que sólo toma café si se lo sirve el mismísimo Juan Valdez, esperó a que en el bacalao se soltaran sus blancas lascas al presionar con el dedo, y fue un pequeño artista argentino que ejecuta la partitura de la belleza el que desmoronó la fealdad, acunó el balón con la delicadeza del que tiene un guante de algodón e hizo bueno aquel proverbio africano, de que la paciencia es capaz de cocinar una piedra...
Mourihno, que ante una duda gramatical, no consulta la RAE, sino tiene que ir el director de la academia a su casa, ha amortajado la palabra, ha construido un bunker, en el que sólo entra quien el decide, al argentino de maravilloso verbo, no le ha dado la contraseña para entrar... y hay está, en la intemperie... y pensar que Valdano da cursos de liderazgo empresarial...
Mourihno, que cuando se le bloquea el ordenador, llama directamente a Billy Gates, sofrió unas habitas baby, casi imberbes, como los chicos de la cantera...que nunca llegarán a jugar la "champions"...
Mourihno, que cuando coge un taxi, si no lo conduce Alonso se baja inmediatamente, laminó unos ajos encurtidos, a los que el vinagre había domado su carácter, hasta hacerlos de suave paladar y nada repetitivos y los colocó en corona, a lo campeón...
Mourihno, católico, no reza, tiene en el móvil el número del teléfono de Dios, y ante la duda lo llama, obviamente, Florentino, deja todo lo que estaba haciendo y lo atiende...
Mourihno colocó una fina brunoise de tomate por encima, un buen aceite de oliva virgen y se dijo:
Estoy harto de ser guapo, miccionar Ribera del Duero, y defecar caviar beluga... se miró el ombligo y exclamó:
perfecto, es perfecto...
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