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martes, 10 de abril de 2007

COCINA EROTICA

El otro día alguien en una conversación mantenía que el hombre entre otras cosas es un animal y como tal debe dejarse de zarandajas líricas, prolegómenos y sublimaciones varias del folleteo. Sencillamente hay que follar si uno sublima este acto de cualquier otra manera es antinatural. Yo ante esta aseveración ni entro ni salgo, (encima con los números estadísticos que maneja el susodicho) mejor calladito.
Así que para mejorar esta estadística tendré que recurrir a la cocina afrodisíaca, que uno tiene su dignidad y necesita mantener en alto su autoestima y alguna que otra cosa.( es broma,el agüelo esta en perfecto estado de revista, pero lejos de los números del susodicho, que le vamos a hacer, aunque perro ladrador…..) pues como decía a ver si entre los pucheros se halla la solución para alcanzar los 14 asaltos, todo un corredor de fondo, aunque yo le digo al susodicho que a cierta edad uno sólo debe dedicarse a los sprints.

No hagan ustedes caso de la comida erótica, sencillamente no existe, lo que existe es la erótica de la comida .
No crean ustedes que por ingerir alimentos altamente sofisticados y sobre todo caros las cavernosas les van a funcionar mejor.
Se dice que el erotismo es un recurso humano desarrollado ante la falta de periodo de celo y a que nos lavamos demasiado, mucho desodorante, mucho perfume y se ocultan los perfumes erógenos.
En el reino animal ( el que es un poco más animal que el hombre) la hembra tiene un periodo de celo y mientras no ocurre los machos sólo se dedican a la espera o hacer el indio alrededor de la hembra, las sustancias que segrega la hembra llamadas feromonas son las que ponen al hombre a bajar de un burro, ( o con la herramienta como un tentemozo), pero como el hombre ha perdido el olfato originario se cree que cualquier momento es bueno para follar y eso no es asi.
Aquí es donde entra el erotismo, lo que nos hace generar la adrenalina: la emoción, el misterio, el miedo al no, la palabra delicada , lo escondido, el color del tanga las formas insinuadas en una palabra: la sorpresa.
Una vez desnudos, los hombres y las mujeres perdemos todo el erotismo, somos como monos, pero pelones y descoloridos.

Así que para que la erótica funcione lo de menos es la materia prima es más importante la aptitud.
Aquello de la sorpresa con la velita en la mesa, un regalo, la insinuación de un vestido…oigan pongan su propia imaginación , no se lo voy a decir yo todo. Pero recuerden TODO ESTA ABSOLUTAMENTE EN LA CABEZA en la de pensar eh?

Ala pues a la faenilla….

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