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lunes, 2 de abril de 2007

LA PARABOLA DE LOS TALENTOS

Dicen que en esta parábola es donde se inventó el capitalismo, pero como dicen que la biblia tiene tantas interpretaciones como se quieran, propongo sustituir la palabra talento por:

Talento = capacidad de hacer el bien, generar riqueza para la colectividad, don natural recibido sin ningún mérito especial, inteligencia, entorno social en que se ha nacido, oportunidades otorgadas, dinero invertido en tu formación…

Si cambias la palabra talento por todo eso, esto suena a más izquierdas.

RECUERDA QUE TIENES QUE DEVOLVER A ESTA SOCIEDAD MAS DE LO QUE TE HAN DADO SIN MERITO TUYO ALGUNO.
(ES DE JUSTICIA)

LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS - Mateo 25, 14-30

El reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió.
Enseguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, gano otro dos, pero que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo me has confiado cinco talentos, aquí están los otro cinco que he ganado". Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".
Llego luego el que había recibido dos talentos y le dijo "Señor me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que me he ganado". "Está bien servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".
Llego luego el que había recibido un solo talento "Señor le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡Aquí tienes lo tuyo!. Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas a este servidor inútil: allí habrá llanto y rechinar de dientes".

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