INGREDIENTES:
una sepia
Harina
Maizena
Aceite de oliva
Leche
Colas de gelatina
Huevo
Pan rallado
PROCEDIMIENTO:
Elaboramos una bechamel muy ligera con aceite de oliva, en la que utilizaremos harina y maizena. Mojamos con leche y añadimos la sepia muy finamente picada.
Añadimos la tinta de sepia a la mezcla, debe quedar una bechamel de densidad baja, 50 gramos de harina por litro de leche.
Hidratamos las colas de gelatina en agua.
Con la mezcla aún caliente pero ya fuera del fuego añadimos a la mezcla las colas de gelatina para que tenga consistencia.
Dejamos reposar 24 horas en frigorífico.
Cortamos la masa en trozos del tamaño de las croquetas y rebozamos con huevo y pan rallado dos veces es decir: huevo, pan rallado, huevo y otra vez pan rallado, el objeto es hacer una corteza lo suficientemente fuerte para que guarde el interior de la croqueta al freírla.
Cortamos la masa en trozos del tamaño de las croquetas y rebozamos con huevo y pan rallado dos veces es decir: huevo, pan rallado, huevo y otra vez pan rallado, el objeto es hacer una corteza lo suficientemente fuerte para que guarde el interior de la croqueta al freírla.
Freímos en abundante aceite
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La gelatina da consistencia para poder manipular la pasta pero al freír pierde las propiedades por lo que la croqueta por dentro queda casi líquida.
La gelatina da consistencia para poder manipular la pasta pero al freír pierde las propiedades por lo que la croqueta por dentro queda casi líquida.
Esta croqueta puede hacerse con la misma técnica también con migas de bacalao desalado
Y aquí es cuando, robándola del frigo a las tantas, no recuerdas que son blanditas y acabas con el lamparón jeje.
ResponderEliminarEn serio, me encanta el blog y seguro quee están de miedo