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miércoles, 3 de septiembre de 2008

ALMEJAS AL AROMA DE AJO Y VINO CHARDONAY



INGREDIENTES:
almejas
ajos
aceite de oliva
vino chardonay
PROCEDIMIENTO:
Para lavar bien las almejas es conveniente tenerlas un par de horas en agua con sal y despues darles otro lavado con agua ya sin sal.
Colocar unos ajos enteros pero machacados en un poco de aceite de oliva.
Cuand haya tomado el aceite el aroma del ajo agregar las almejas y el vaso de vino chardonay, tapar el recipiente, un minuto en el fuego será suficiente, en cuanto empiecen a abrir sacarlas del fuego y mantenerlas tapadas hhasta que abran todas, deben estar lo mínimamente echas.
Chardonnay es una cepa de uva blanca (Vitis vinifera) originalmente producida en la región de Borgoña, Francia. Investigadores de la Universidad de California han analizado su huella genética, concluyendo que tiene su origen en las cepas Gouais Blanc y Pinot.

El grano de uva es pequeño, redondo y adquiere un tono miel cuando madura. El resultado de su vinificación produce un mosto suave y aromático, llamado frutoso en el ambiente de la Enología, característica por la que es incluída en la elaboración de champaña.
Cuando es envejecido en barricas de roble adquiere cualidades de sabor y aroma que lo distinguen y lo hacen muy apreciado entre sus consumidores. Solo algunas variedades muy específicas aceptan su guarda, por lo que generalmente se recomienda beberlo de producción reciente
.
En Galicia existen cuatro tipos de almejas diferentes, con características propias cada una de ellas. Estas son: Fina, Babosa, Rubia y Japónica (o Japonesa).
Veamos seguidamente algunas de sus características:
La almeja fina es un bivalvo de extraordinaria calidad. Es también conocida como almeja de Carril, por ser este pueblo marinero un gran productor de este tipo de almeja. Su concha posee unas finas líneas en forma de radios y otras concéntricas que forman sus característicos cuadritos. Su color, entre blanco y castaño, varía dependiendo de la zona de producción. Sus sifones son largos y están separados en toda su longitud. Aguanta viva fuera del agua mucho más tiempo que otras almejas, por lo que adquiere un gran valor en el mercado, ya que su ciclo de comercialización puede durar más tiempo.
La almeja babosa es normalmente de color gris pálido o crema, con unas bandas tenues de una tonalidad más intensa y unas finas líneas que se dibujan en su concha, paralelas al borde. Los sifones están unidos en toda su longitud, siendo esta característica la que nos permitirá diferenciarla de otras almejas. Tiene una calidad similar a la almeja fina, pero no posee su resistencia fuera del agua y es más delicada que otras almejas. Estas características dificultan que su destino sean los mercados exteriores, por lo que se exporta en menor medida.
La almeja rubia se denomina así por sus tonalidades rojizas y moradas que la diferencian de otras almejas. Sus líneas concéntricas, al igual que sus radios, poseen tonalidades muy dispares, formando unos dibujos característicos en forma de zigzag. Su concha es más lisa y brillante que otras almejas y asemeja estar pulida. Se utiliza habitualmente para platos más elaborados como guisos, a la marinera, etcétera. La mayor parte de la almeja rubia que podemos encontrar en Galicia es gallega, aunque también existen partidas procedentes de Portugal.
La almeja japónica o japonesa tiene sus líneas muy marcadas, formando cuadrículas al cruzarse, mucho más marcadas que en la almeja fina. Sus sifones están unidos hasta la mitad de su longitud y el color de su concha varía entre tostado, gris y negro. Su crecimiento es muy rápido, lo que motivó que su cultivo se extendiera a las costas francesas y británicas, para posteriormente ser introducida en España e Italia, donde se cultiva intensivamente. Ahora podemos encontrar esta almeja cultivada en Galicia, aunque de momento su producción es mínima.

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