En restauración, yo siempre he dicho que generalizando al máximo, hay dos tipos de restaurantes: los que hacen una cocina de producto y los que elevan el humilde producto a base de técnica a una gran cocina, los primeros usan material de "pedigree": pescados salvajes, carnes de altísima calidad... en suma productos, normalmente caros, que con poca preparación culinaria se les saca un gran partido, es más hay algún tipo de producto de estas características que cualquier elucubración culinaria puede "hundirlos en la miseria", me explicaré: un rodaballo salvaje en su punto, aparte de lograrle ese "especial puntillo de cocción" ( lo que requiere una técnica, que duda cabe) y un buen orio, por ejemplo, será un plato sublime, quizás toda la manipulación que se le pueda añadir a este plato no supere lo primario y sencillo.
Pero hay otra cocina que partiendo de un producto "con menos linaje", por llamarlo de alguna manera, nunca de menor calidad ni defectuoso, no, sencillamente mas sencillo y sin duda más barato, esta cocina a base de técnica e imaginación ( concepto fundamental en cocina y en la vida), se le saca un gran partido y eleva el plato por minimalista que sea a una pequeña obra de arte, es lo que creo que hacen en este restaurante, pequeño, recojido, quizás con apreturas, a mi me recuerda a esos bistrot de París en que el espacio debe ir carísimo, en alguno, incluso te ponen colgando un utillaje de la minúscula mesa para ubicar el pan y el vino.
Desde el comedor se puede ver la cocina y la preparación de platos, decoración un poco minimalista, pero agradable, en el ofician Cristina Palacios y David Añanos, creo que son pareja también en la vida real, y que ahora junto a Daniel Cascan han abierto otro restaurante a orillas del Ebro, El molino de san Lázaro, del cual hablaremos en otro momento.
En la carta tienen una opción de fórmula fin de semana, con unos entrantes a compartir y un segundo a elegir, con postre y bebida incluida, un tinto de Alfamén( Cariñena) a base de garnacha, merlot y shirat de muy fácil beber, todo incluido 26 euros, precio ajustado para una cocina con una buena técnica e imaginativa.
Un sitio a considerar.
Aquí tienes su página web. Desde el comedor puedes ver como se funciona en la cocina.
Royal de foie con quenelle de crema de setas.Ensalada de brotes tiernos con nueces, aguacate y kiwi y vinagreta a la pimienta de jamaica.
Espaguetis salteados con verduras al dente y salsa de soja.
Una pena que este en Zaragoza, por no poder ir esta noche mismo.
ResponderEliminarEspectacular el sitio.
Un saludos
nada, el ave, Zaragoza está mas cerca de Madrid que Tres Cantos,aunque en Madrid también hay para elegir.
ResponderEliminarsaludos