100 gr, de almendras crudas y con piel
200 gr de harina
120 gr. de azúcar
dos huevos
ralladura de un limón
un sobre de levadura en polvo
orujo de Colungo (Somontano Aragonés)
PROCEDIMIENTO:
Los carquiñolis, de origen catalán, quizás de la zona fronteriza con Aragón, de "la franja", es un postre hecho a base de harina, azúcar y almendras, básicamente, que al hornearlo queda duro.
Los carquiñolis, de origen catalán, quizás de la zona fronteriza con Aragón, de "la franja", es un postre hecho a base de harina, azúcar y almendras, básicamente, que al hornearlo queda duro.
El nombre de rosegón que se le da al mismo tipo pan, es quizás de más influencia valenciana, también de la línea fronteriza con Aragón, como los idiomas no mueren, ni nacen en una "raya", sino que se degradan o cambian difusamente en las fronteras, en la zona del Bajo Aragón, el nombre se transformó en "rosigón", aunque este apelativo más bien llego a definir a un trozo de pan duro, el verbo rosigar era y sigue siendo roer un trozo de pan duro. En alguna acepción más localista, al verbo rosigar se le atribuye el significado de murmurar: "Dícese de persona que en voz baja musita y murmura de una forma ininteligible", es lo que me decía mi madre cuando me mandaba hacer algo: ¡Vete a tal sitio! y ¡ sin rosigar...!
Después de esta disquisición lingüística, vamos a la cocina.
- Hacer un montón con la harina, a modo de volcán
- Poner en el medio del volcán todos los demás componentes
- Rallar con el microplaine la piel de un limón
- Mezclar con las manos todos los componentes
- Yo no he puesto agua, he usado un orujo de la zona del somontano Orujo de Colungo, que les da un tono a los carquiñolis " que quita el sentío", se va echando poco a poco hasta que la masa queda compacta.
- Añadir las almendras cortadas groseramente e incluso dejando alguna entera.
- Dejar reposar la masa en un sitio templado tapada con un paño, un par de horas.
- Hacer unas tiras, como si fuera una baguette de unos 4 cm de ancho y dos de alto.
- Hornear a 180 grados 10-15 minutos ( no los pierdas de vista).
- Sacarlos del horno y cortar con un cuchillo de sierra en diagonal.
- Volver a meterlos al horno, otros 5 minutos, para que queden bien secos, cuando enfríen se habrán convertido en un apetitoso "rosigón".
Fue curioso enterarse de que se llamaban rosegones, cuando en mi familia llevábamos mucho tiempo llamándolos tufurcios.
ResponderEliminarMe ha encantAdo sobre todo la parte afectiva e histórica implícita en la receta... Es perfecto... Gracias¡¡¡¡
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