INGREDIENTES:
un pollo troceado
puerro, cebolleta, ajo
jamon de Teruel
champiñones
clavo
coñac
Para el kalimotcho:
vino, cola, corteza de limón, hielos
PROCEDIMIENTO:
Esa mezcla tan clásica de los "botellones", aunque ahora estas generaciones "botelloneras" me parece que se van hacía las bebidas más refinadas, pero el Kalimotxo, esa mezcla de vino, casi siempre peleón, cola y limón, siempre ha sido el gran invitado de las tardes postadolescencia de varias generaciones.
Ahora lo vamos a utilizar para hacer un guiso de pollo, un poco emulando al "coq au vin" francés, pero nosotros con kalimotxo.
- Trocear el pollo y sazonar con sal y pimienta
- Pochar las verduras en un fondo de aceite de oliva.
- Para el Kalimotxo, ponemos en una jarra una botella de vino, del bueno, nada de vinos peleones, que ya estamos "mu mayores", una lata de cola y el zumo de un par de limones con sus respectivas pieles, no olvidar lavar bien los limones, y hielo, si, si también hielo, porque como te habrá pasado por la cabeza, al mismo tiempo que cocinamos el pollo y nos enzarzamos en una buena conversación, "nospretamosunpardevasoscomohaydios...faltaríaplus"...
- Dorar el pollo en sartén aparte, e ir añadiendo a la olla en la que tenemos la verdura, que te quede el pollo doradito, por supuesto sin acabar de hacer, también queda un poco desgrasado.
- Añadir tres o cuatro especias de clavo, puedes clavarlas en el trozo del muslo al objeto de recuperarlas después.
- Cubrir todo el guiso con el Kalimotxo, espero que no te lo hayas bebido todo...y tengamos que hacer más...
- Añadir un chorrito de coñac al guiso, no demasiado.
- Dejar hervir en un lento chup-chup hasta que la carne del pollo esté tierna, lo verás cuando puedas pincharla sin oponer resistencia.
- Para acompañar haremos en sartén aparte, unos champiñones con jamón troceado que añadiremos al guiso en el último momento.
- Como todos los guisos, están mejor de un día para otro, pero si el hambre acucia...
ELEGÍA AL TETRA- BRIK
Perdona, hermano, si ya no te aguanto ni mezclado con coca cola.
Mi hígado, y mi paladar, maduraron antes que yo, y ya piden reservas, denominaciones de origen, vinos de podredumbre noble, botellas como Dios manda.
No me olvido, sin embargo, de las noches en las que fuiste mi más fiel compañero, noches de rotundo kalimotxo, y amistad vaporosa.
Estabas en envase de aluminio y cartón, y ahora si no es en una "riedel", ni el mejor reserva me llega al corazón.
En tu cata, no había aromas primarios, los secundarios no existían, los terciarios habían desaparecido, y para qué hablar de los recuerdos a fruta madura, compotados, y avainillados...
De color tarde de sábado, con un paso en boca de sabor a carmín y con un retrogusto a hierba y retozón.
¡Que decadencia!, ¡que decrepitud! mi paladar, mi hígado, y todo yo, nos hemos vuelto finos cual estirado sumiller.
Lloro tu pérdida, pero te juro, compañero, que en el fondo de mi, siempre seré tu amante adolescente con granos en la cara, que nunca te olvidará.
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Esto dice la wikipedia del kalimotxo:
El origen del nombre no está claro, en los años 1970 se le solía llamar rioja libre o cuba libre del pobre, dependiendo del lugar de España.
Según la leyenda popular, el nombre original vasco para la popular mezcla, kalimotxo, que dio origen a la castellanización calimocho, se atribuye a la cuadrilla Antzarrak, que inventó el término (y según parece también la mezcla) en las fiestas de 1972 del Puerto Viejo de Algorta (Guecho, Vizcaya, País Vasco).
Según la leyenda popular, el nombre original vasco para la popular mezcla, kalimotxo, que dio origen a la castellanización calimocho, se atribuye a la cuadrilla Antzarrak, que inventó el término (y según parece también la mezcla) en las fiestas de 1972 del Puerto Viejo de Algorta (Guecho, Vizcaya, País Vasco).
En una txosna (caseta con barra de bar) de dichas fiestas vieron que el vino comprado estaba picado y antes de tirarlo pensaron en mezclarlo con algo para no perder ese dinero. Los artífices de la mezcla fueron dos miembros de dicha cuadrilla apodados Kalimero y Motxo. La mezcla gustó y se inventó un nombre para la misma en honor a sus dos creadores. El término kalimotxo se fue extendiendo por el País Vasco y Navarra popularizándose ya a principios de la década de 1980 y de ahí se extendió por las regiones vecinas y finalmente a toda España.
Actualmente también pueden escucharse las formas abreviadas mocho (motxo) o cali (kali).
Junto al término del calimocho nace el de cachi (en euskera katxi), para referirse a un vaso de plástico de gran tamaño (750 ml, es decir, "casi" un litro, de ahí katxi), también llamado en otras zonas como mini, litro, maceta, cubalitro o megavaso.
Existe también la teoría de que el origen de esta mezcla, hecha a base de vino tinto y Coca-Cola, se remonta a Italia, durante la Segunda Guerra Mundial, época en la que los soldados americacion tuvieron la feliz idea de combinar el vino tinto de Chianti con Coca-Cola, con la idea de crear un sofisticado cocktail.
Es muy popular preparar el calimocho en el fenómeno juvenil del botellón.
Actualmente también pueden escucharse las formas abreviadas mocho (motxo) o cali (kali).
Junto al término del calimocho nace el de cachi (en euskera katxi), para referirse a un vaso de plástico de gran tamaño (750 ml, es decir, "casi" un litro, de ahí katxi), también llamado en otras zonas como mini, litro, maceta, cubalitro o megavaso.
Existe también la teoría de que el origen de esta mezcla, hecha a base de vino tinto y Coca-Cola, se remonta a Italia, durante la Segunda Guerra Mundial, época en la que los soldados americacion tuvieron la feliz idea de combinar el vino tinto de Chianti con Coca-Cola, con la idea de crear un sofisticado cocktail.
Es muy popular preparar el calimocho en el fenómeno juvenil del botellón.
Hay muchas formas de beber el calimocho, a veces mediante juegos como el Caballero del tres o el Quinito, aunque hay muchos otros juegos con cachis. Por otra parte, el calimocho está presente en los bares juveniles cuando se juega a El duro.
En las fiestas patronales de los municipios de la Comunidad de Madrid es frecuente que los establecimientos y puestos de venta de bebidas alcohólicas sirvan minis de kalimotxo en vasos grandes de aproximadamente 1 litro denominados minis.
En las fiestas patronales de los municipios de la Comunidad de Madrid es frecuente que los establecimientos y puestos de venta de bebidas alcohólicas sirvan minis de kalimotxo en vasos grandes de aproximadamente 1 litro denominados minis.
Una divertida mezcla del pollo al vino y del pollo a la cocacola, que seguro que está estupenda.
ResponderEliminarMe ha gustado recordar esos momentos con los minis (en Madrid) y los Katxis (en Bilbao), y ahora, es mi hijo quien los disfruta...
Creo que si se hace el plato con buen vino el resultado puede ser muy interesante.
Un abrazo.
Hola, el resultado si que creo que es bueno, al sabor me refiero, que al final es lo que importa.
ResponderEliminarsaludos desde Zaragoza