INGREDIENTES:
Para la base:
galletas Oreo
mantequilla
Para el mouse de fresas y frambuesas:
400 gr. de fresas naturales
100 gr. de frambuesas
3 claras de huevo
100 gr. de azúcar
6 hojas de gelatina de 2 gr.
200 de nata semimontada
Para el mouse de champan:
250 gr. de champán
100 gr. de azúcar
3 yemas de huevo
5 hojas de gelatina de 2 gr. cada una
200 gr. de nata semimontada
PROCEDIMIENTO:
Para la base:
galletas Oreo
mantequilla
Para el mouse de fresas y frambuesas:
400 gr. de fresas naturales
100 gr. de frambuesas
3 claras de huevo
100 gr. de azúcar
6 hojas de gelatina de 2 gr.
200 de nata semimontada
Para el mouse de champan:
250 gr. de champán
100 gr. de azúcar
3 yemas de huevo
5 hojas de gelatina de 2 gr. cada una
200 gr. de nata semimontada
PROCEDIMIENTO:
Dicen los grandes poderes fácticos comerciales ( no digo nombres por no hacer publicidad "de gratis"), que mañana, es el día de San Valentín, el día de los enamorados, yo por llevar la contraria procuro celebrarlo los 364 días restantes del año, es que uno no tiene demasiada vocación gregaria, así que cuando veáis este postre el Tomás y la Clara ya se lo habrán merendado, he hecho mas, dándole otras formas, me gustaría que probaseis un trozo, pero esto de la cibernética no lo permite, de momento...quien sabe , algún día...
He elegido las fresas con champán ( en este caso vamos a dejar de ser chauvinistas y elegimos un buen champán francés, sin que sirva de precedente...que los cavas de Aragón son maravillosos), inspirado en aquello de que en los hoteles siempre obsequian a las parejas de aspecto libidinoso e intenciones lujuriosas con la famosa botella de champán y fresas naturales ( que "aluego" te la cobran que te dejan temblando), creo recordar que en la película de " la prety" woman, sucede algo parecido, asi que a degustar este suave mouse...puedes acompañarlo de una copa fría de champán, lo demás...lo tienes que poner tu, bueno vosotros, esto suele ser cosa de dos...
Para la base:
En vez de hacer un bizcocho tradicional se me ha ocurrido hacer la base con las galletas Oreo, las machacas bien, yo en realidad las he triturado, después añades trocitos de mantequilla y haces una masa, con esta masa hacemos una capa de unos 3 mm de base, bien extendida, yo he utilizado moldes metálicos de diferentes formas, los que utilizo para emplatar.
Para el mouse de fresas:
Limpiar las fresas y triturarlas en un vaso triturador, añadir las frambuesas, pasar el conjunto del puré por un fino, para separar las diminutas semillas.
Poner al fuego una parte del puré, cuando este caliente sacarlo del fuego y añadirle las hojas de gelatina bien hidratadas, batir bien y añadir el resto de puré de fresas.
Montar las claras con el azúcar, hasta que tome una forma bien consistente.
Mezclar el puré con las claras montadas.
Semimontar la nata y agregar también a la mezcla anterior, mezclando con movimientos envolventes, sin batir.
Poner esta mezcla encima de la capa que habíamos hecho con las galletas en el molde, pondremos una altura limitada, ya que tienes que prever una segunda capa de mouse de champán y una tercera y última de mouse de fresa, una vez colocada esta capa llevamos a frigorífico para que gelatinice más rápido.
Para el mouse de champán:
Calentamos una parte del champán junto con el azúcar, sin que llegue a hervir, lo sacamos del fuego y lo vamos vertiendo a hilo fino sobre las yemas, sin dejar de mover, lo llevamos nuevamente al fuego muy lento ( sin que hierva) y sin dejar de remover esperas a que espese y se forme una crema.
Lo sacamos del fuego y añadimos las hojas de gelatina bien hidratadas.
Dejamos que enfríe y le añadimos la nata semimontada.
Sacamos del frigorífico el molde, ya tendremos gelatinizado el mouse de fresa, encima colocamos una capa del mouse de champán, volvemos a llevar a frigorífico y cuando gelatinice la capa de mouse de champán, ponemos la ultima capa de mouse de fresa, que habremos mantenido fuera del frigorífico para que no gelatinice.
LA MEJOR RECETA
Una gota de amor por cada cinco versos.
Tres cucharadas de oficio por cada día del año.
Un cuarto de inspiración y otro tanto de locura.
Un octavo de risa aliñada con mucha ironía.
Media taza de recuerdos (solo los buenos),
cuatro puñados de realidad.
Un par de litros de lágrimas instantáneas,
a poder ser de amor.
Una docena de emociones.
Un par de secretos compartidos,
Cien gramos de fantasía o de razón al gusto.
Una pizca de complicidad.
Una cucharada colmada de deseo lujurioso,
Una tonelada polvos,
Mermelada de fruta de la pasión en enormes dosis,
Hierbas aromáticas variadas:
miradas con sabor a anís,
roces de albahaca,
esperas de cilantro,
besos de menta,
suspiros de chocolate,
deseos picantes...
A todo esto agrega sus manos,
sus ojos, sus labios, y todo su cuerpo
Y revuelve todo a fuego muy lento
durante ... a poder ser toda una vida.
Habrás logrado la mejor receta,
La alquimia perfecta.