Siempre me pasa lo mismo, cuando escucho a este hombre vestido de Armani y con el pelo repeinado a “ambos lados”, me da la sensación que todas las mañanas acude a la calle Génova a reprogramarse, saca su cable de USB y se conecta al ordenador de las directrices del partido, esta “on line” un ratito y se va listo para arremeter el cotidiano trabajo del día. La ardua tarea de contestar entrevistas y preguntas con la frialdad de un témpano de hielo.
Sin pestañear, sin mover una ceja, no importa que le antepongan ante sus ojos lo dicho y la verdad meridiana, impasible como solo un “madel man” puede hacerlo, repite y repite…. ( estoy convencido de que lleva incorporada una nueva memoria flash de reciente invención y de mínimo consumo).
Nunca cambia de estrategia, un auténtico hombre de hielo, los periodistas preguntan, el responde conforme a la programación matutina, impasible como un robot y ya no sabe uno si sacar las castañuelas y la bata de faralaes y arrancarse por sevillanas.
Y es que el problema es serio: para defender que no mintió en los tres días fatídicos hay que seguir mintiendo tres años más…
Es lo que pasa cuando uno tiene incorporado un conector USB para reprogramarse en Génova.
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