Sardinas rancias, sardinas de cubo, guardiaciviles, arenques... y muchos más nombres que pululan por toda la piel de Toro, un producto que calmó el hambre de la postguerra, el primer "pescado" que quizás vimos muchos españolitos del interior, y sin embargo hoy para mi es un fetiche culinario, aquí os intento explicar, no sé si lo consigo, como pelar y quitarle todas sus vergüenzas, alguna vez hemos hablado del método antiguo, envolviéndola en un periódico y presionándola entre una puerta y su marco, no era mal sistema, ahora os explico este mucho más técnico, hasta nos ponemos guantes de latex... para conseguir sacar los lomos sin espinas y sin piel.
Sí señores, hoy voy a hacerme un huevo frito con sardina rancia... espero que no haya objeciones... porque acompañados de un buen pan y de un vino de garnacha centenaria, que sólo algunos ungidos y elegidos por el dedo divino, podemos degustar, voy alcanzar el edén, donde miles de huríes me deleitaran con sus bailes y contoneos insinuantes...tengo mis dudas si esto no es lo más parecido al cielo...
Cuentan que en una tienda de Huesca, el tendero colgó el siguiente cartel: GUARDIACIVILES A DOS REALES, la benemérita le conminó a cambiar dicha publicidad, al día siguiente colocó otro cartel: A PESETA LA PAREJA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario