jueves, 26 de abril de 2018

HUEVOS BENEDICTINE





Un clásico, los huevos Benedictinos son un plato que consiste en dos mitades de un muffin inglés, una tostada, u otros tipos de panes, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta o pastrami, huevos escalfados y la muy popular salsa holandesa

INGREDIENTES:
tostadas de pan
huevos
sal, pimienta
lonchas de jamón
Para la holandesa:
yemas de huevo
mantequilla diluida
zumo de limón


PROCEDIMIENTO:

- Freír un poco las lonchas de jamón con un poco de aceite de oliva.
- En un recipiente con agua y un poco vinagre, romper los huevos y dejar que la clara envuelva la yema, sacarlo y escurrirlo.
 - Tostar las rebanadas de pan.ç
- Colocar encima las lonchas de jamón, encima el huevo poché y napar todo con la salsa holandesa.
- Decorar con un poco de cebollino cortado.

Para la salsa holandesa:

Poner un recipiente con agua a hervir, cuando esto suceda, sacarlo del fuego e introducir otro recipiente, a poder ser de paredes redondas dentro, es decir vamos a hacer un baño maría pero ya fuera del fuego. Poner en el recipiente las yemas de huevo, el zumo de limón y un par de cucharadas de agua, batir con unas varillas hasta que empiece a espesar e ir añadiendo poco a poco la mantequilla previamente diluida en microondas o en su defecto en trocitos pequeños, no dejar de batir hasta que obtengamos una salsa cremosa y brillante.

SALSA HOLANDESA
La salsa holandesa es una salsa clásica de la cocina francesa (a pesar de su nombre) y madre de muchas otras elaboraciones de este tipo, como la salsa Noisette. Es una salsa emulsionada elaborada con mantequilla clarificada, yemas de huevo y un medio ácido como el limón o el vinagre (o ambos), además de especias como la pimienta y la cayena, formando una salsa suave y cremosa que se sirve tibia.
Como decíamos, la salsa holandesa es originaria de Francia, debe su nombre por la creencia de que imita a una salsa de la cocina holandesa y también se conoce por salsa Isigny. Es ideal para acompañar los platos de pescado y marisco, también se sirve habitualmente sobre verduras y se gratina ligeramente. Otro de los platos más populares con esta salsa son los huevos Benedictine.
La elaboración de la salsa holandesa es un poco delicada, ya que hay que controlar la temperatura para conseguir la textura adecuada. Los grandes cocineros como Michel Roux en su libro Salsas, nos indica que podemos hacerla en un cazo de fondo grueso de acero inoxidable, pero quizá es más recomendable empezar a elaborarla al baño maría, donde la temperatura está más controlada.




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