miércoles, 29 de agosto de 2007

CUANDO LLEGUE SEPTIEMBRE



Cuando llegue septiembre todo será maravilloso, así creo que decía alguna canción que no recuerdo muy bien, sin embargo sigue el tórrido y bochornoso verano agostándolo todo. Septiembre es el mes de los propósitos: gimnasio, idiomas y fascículos de todo tipo, bien saben en las grandes superficies que la venta de estanterías aumenta considerablemente en estas fechas. Nos volvemos organizados, bien es verdad que esto dura poco.
Hasta los políticos esperan este mes para nuevas confrontaciones y proposiciones, tengo la sensación de que el mundo se ha detenido y el día uno de septiembre arranca su motor con una lentitud pasmosa, con una inercia de post-siesta de agosto, hasta que alcanza su velocidad nominal de rotación y entonces nos volvemos desordenados, abandonamos la colección de fascículos, dejamos de ir al gimnasio y se acabó el estudiar idiomas.
Siempre es igual, cuando llega septiembre se difuminan las imágenes de playas vírgenes y aparecen las hojas marrones rodando por los suelos.
Y seguiremos esperando un nuevo septiembre con el propósito, esta vez sí, de cambios inaplazables e ineludibles.

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