lunes, 27 de agosto de 2007

EL RETORNO




Las vacaciones es el tiempo propicio para olvidarse del reloj y recobrar otro sentido del tiempo, o al menos eso debería ser, pero la impaciencia o el estrés como lo llaman ahora, respecto a casi todos aspectos de la vida que nos han inoculado nos hace vivir casi todo a medias, incluso las vacaciones.
Nos estresan los preparativos, las mismas vacaciones y el regreso, no hay quien pare la máquina de la impaciencia y a veces somos incapaces de oponernos a ella.
Después de algunas reflexiones en estos días el que más y el que menos se dará cuenta de que algo no funciona, porque suele ser bastante evidente, pero casi ninguno tomaremos medidas para remediarlo.
Acaba el verano, regresamos a la rutina de siempre y en dos días todo volverá a ser como siempre, eso sí habremos aumentado el gasto nacional.
Pero lo que realmente era necesario es aprender a vivir sin prisas a proyectar el futuro de forma sosegada y a resolver los problemas presentes con rigor, no solamente apuntalándolos, todo seguirá siendo precario, transitorio y cambiante, en una palabra nos comerá la rutina y viviremos a medias corriendo hacia ninguna parte.
Mejor levantar la vista y emprender serenamente el camino con un croquis previamente diseñado, pues si sabemos lo que nos aguarda en la meta para que tanta prisa.
Yo la teoría la controlo bastante bien…la práctica no tanto, bueno vamos a levantar el ánimo, siempre nos quedará el recuerdo del mar...bienvenidos a todos la cocina sigue abierta.
…..
Toc-toc soy septiembre.

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