'Anónimo Veneziano' (1970) de Enrico Maria Salerno, un clásico del cine italiano y una de las cintas más románticas, nostálgicas y hermosas que he tenido la oportunidad de ver, y que nunca se borrará de mi mente. Puede ser que me haya cautivado sólo por los preciosos paisajes que ofrece la mágica Venecia, o por la descomunal belleza de Florinda Bolkan, que junto a Tony Musante logran emocionar al espectador con una historia tan intimista como conmovedora. Sin embargo, lo que uno más recuerda de esta gran película es la tremenda banda sonora que nos ofrece, donde encontramos canciones tan bellas como la que pone nombre al título del film, por ejemplo. Sin embargo, el momento cúspide de esta obra se encuentra en el majestuoso final, del cuál escucharemos la interpretación de "II Adagio Concerto for Oboe, and string orchestra Nº2. in C minor", originalmente compuesta por uno de los grandes de la música clásica, Alessandro Marcello.
Enrico, tratando de contener la emoción le habla por última vez a Valeria:
- Amor, ¿Por qué no te vas a casa mejor? Yo estaré bien, cuídate...
Valeria no aguanta más y sale corriendo del estudio. No puede soportar la idea de que el amor de su vida... su verdadero amor... pronto dejará de existir... para siempre
- Amor, ¿Por qué no te vas a casa mejor? Yo estaré bien, cuídate...
Valeria no aguanta más y sale corriendo del estudio. No puede soportar la idea de que el amor de su vida... su verdadero amor... pronto dejará de existir... para siempre
Mientras se van sumando fragmentos de tiempo en mi mente, sigo dibujando campanas que tocan arrebato.
No impora lo que haga, la magia de la necesidad es infinita y tal vez me pase otros 50 inviernos esperandote.
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