Cuando veo esta botella, lo primero que viene a mi mente, son las mañanas calurosas de Junio, más concretamente la noche de San Juan, era costumbre en el Bajo Aragón y como no, en Andorra (Teruel), donde yo vine al mundo, levantarse antes de que saliera el sol, para ir a buscar las nueces verdes, se juntaban las mujeres, y de noche, antes de que amaneciera, iban al campo, cuando nos levantábamos ya estaban en casa, con las nueces, a las que no les había dado el sol del día de San Juan. El vino de nueces, que contiene esta botella de la foto, todavía lo hizo mi madre, supongo que debe de tener alrededor de 20 años.
Este vino servía para acompañar "las pastas", sobre todo, las tortas de alma, rellenas de mermelada de calabaza, de cabello de ángel, recuerdo que se sacaba el vino y las pastas, y con más motivo si "venían forasteros".
VINO DE NUECES
INGREDIENTES:
Nueces verdes,
vino tinto,
azúcar,
cazalla
PROCEDIMIENTO:
Este es un vino macerado con nueces verdes, que por su alto contenido en yodo, va muy bien para estimular el apetito, además de que entra muy bien y con un contenido en alcohol bastante decente.
Se ponen a macerar nueve nueces verdes, partidas a trozos, por cada litro de vino que se quiere preparar. Según costumbres ancestrales, las nueces tienen que cogerse la noche de San Juan.
Se tiene macerando el vino durante cuarenta días al cabo de los cuales, se retiran los restos de las nueces y se añade un Kg. de azúcar por cada cuatro litros de vino y un litro de cazalla, también por cada cuatro litros de vino. El azúcar debe disolverse adecuadamente y antes de verter el cazalla, ya que de lo contrario la disolución es muy difícil debido al alto contenido en alcohol del cazalla.
Una vez terminada la operación, se puede embotellar, pero colando la mezcla obtenida, ya que la nueces disueltas dejan un poso que afea un poco el producto.
La cazalla es un licor fuerte parecido al aguardiente y que se suele beber en Aragón.
Calabaza amarilla asada previamente
TORTAS DE ALMA:
Las tortas constan de ingredientes como harina de trigo, azúcar, aceite de oliva, anís, y "alma", una mermelada de calabaza elaborada exclusivamente con azúcar y miel. Con todos estos las tortas presentan una forma de unos diez centímetros de largo y tres de grosor que aparece recubierta de azúcar en grano. Su textura es homogénea en el exterior, mientras que el "alma" aporta un sabor y un color consistente y característico.
Se puede utilizar calabaza del tipo "cabello de ángel" o la convencional amarilla.
INGREDIENTES:
(Para 8-10 personas):
2 vasos de aceite de oliva suave
1 vaso de agua hirviendo (se puede sustituir por moscatel)
1 vaso de anís seco o cazalla
1 vaso de azúcar
1 huevo
10 gr. de levadura
1 kilo de harina floja
mermelada de calabaza de cabello de ángel
PROCEDIMIENTO:
Batir el huevo
Poner en un cazo grande el aceite con el agua caliente. Seguidamente añadir el aguardiente, y el azúcar.
Mezclar con el huevo batido.
Mezclar la harina con el impulsor o levadura química y agregar a la preparación anterior.
Trabajar unos momentos sobre el fuego y luego retirar y seguir trabajando hasta que se separe de las paredes del recipiente.
Tomar porciones del mismo tamaño, aplanar dejar redondas. Una vez aplanadas las bolas, rellenar con una mermelada de calabaza y cerrarlas haciendo un cordón.
Hornear en horno precalentado, una vez horneadas y aún calientes se rebozan en azúcar granillo.
El "alma" tradicionalmente es elaborado con calabaza del tipo cabello de ángel, también se puede utilizar la calabaza amarilla normal.
Es conveniente asarlas en el horno, a trozos y con la piel incluida, una vez asadas se les quita mejor la piel, las pepitas y las hebras.
Una vez asadas colocarlas en una olla, procurar darle vueltas a menudo, añadir el azúcar y la miel a mitad cocción, medidas estas a discreción del gusto particular, cocer sin parar de dar vueltas hasta que tiene un tono mas pardo.
El "alma" tradicionalmente es elaborado con calabaza del tipo cabello de ángel, también se puede utilizar la calabaza amarilla normal.
Es conveniente asarlas en el horno, a trozos y con la piel incluida, una vez asadas se les quita mejor la piel, las pepitas y las hebras.
Una vez asadas colocarlas en una olla, procurar darle vueltas a menudo, añadir el azúcar y la miel a mitad cocción, medidas estas a discreción del gusto particular, cocer sin parar de dar vueltas hasta que tiene un tono mas pardo.
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