La vida no se mide por los segundos que respiras, sino por los momentos que algo, o alguien, te deja sin respiración.
viernes, 18 de mayo de 2007
BIZCOCHO FLUIDO DE CHOCOLATE, CARDAMOMO, YOGUR Y AIRE DE ZUMO DE MANDARINA
INGREDIENTES:
4 huevos
4 yemas
60 g. de azúcar
60 gr. de harina
125 gr. cobertura de chocolate
125 gr. de mantequilla
25 gr. de cardamomo
2 mandarinas (zumo)
2 gr. lecitina de soja
PROCEDIMIENTO:
Mezclar los huevos, yemas, azúcar, yogur y harina. Fundir la mantequilla con la cobertura del chocolate y mezclar todos los ingredientes.
Introducir en moldes previamente untados con un poco de mantequilla y cocer a horno a 200 grados sólo 8 minutos.
El bizcocho debe quedar en el centro líquido, al meter la cuchara debe de fluir el chocolate.
Presentar con el aire de zumo de mandarina por encima y ralladura de la piel de las mismas mandarinas.
4 huevos
4 yemas
60 g. de azúcar
60 gr. de harina
125 gr. cobertura de chocolate
125 gr. de mantequilla
25 gr. de cardamomo
2 mandarinas (zumo)
2 gr. lecitina de soja
PROCEDIMIENTO:
Mezclar los huevos, yemas, azúcar, yogur y harina. Fundir la mantequilla con la cobertura del chocolate y mezclar todos los ingredientes.
Introducir en moldes previamente untados con un poco de mantequilla y cocer a horno a 200 grados sólo 8 minutos.
El bizcocho debe quedar en el centro líquido, al meter la cuchara debe de fluir el chocolate.
Presentar con el aire de zumo de mandarina por encima y ralladura de la piel de las mismas mandarinas.
jueves, 17 de mayo de 2007
CUCURUCHOS DE ATUN
INGREDIENTES:
Pasta brick
2 claras de huevo
300 gramos de atún fresco
pimienta,aceite de oliva,
aceitunas negras
anchoas en aceite
alcaparras en vinagre
mayonesa
pimiento rojo asado
una hoja de rúcula
ralladura de piel de limón
pétaos de flores
PROCEDIMIENTO:
Poner a hervir el etún en agua fría con un poco de perejil , sal , pimienta y aceite de oliva, dejar hervir un poco hasta que cambie de color retirarlo y dejarlo enfriar en su misma agua. Reservar en nevera cubierto de aceite.
Mezclar 50 gramos de mahonesa con las anchoas muy picadas y el huevo también picado ,un poco de ralladura de limóny las alcaparras, reservar.
Cortar cuadrados de pasta brick, enrollarlos en un molde de tipo cucurucho pintado con aceite, pintar la pasta con la clara de huevo y ponerlos al horno a 160 grados unos minutos hasta que estén dorados, dejarlos enfriar.
Rellenar los cucuruchos con el atún y la mezcla de mahonesa.
Montar el plato dandole volumen y adornar con los pétalos, brotes vegetales, una tira de pimiento rojo y olivas picadas.
CASI SOMOS MUSGO...
Casi somos musgo adosado al tiempo,
Un fragmento que cabalga
Sin ninguna posible estación,
Caricaturas conscientes
Del paso del tiempo,
Con un montón de visitas
En nuestra mente:
. Sueños,
. Fechas,
. Lugares…
Y sentado en un pequeño rincón
El fantasma de nuestra historia
Vestido de mil colores,
Según las ocasiones,
Calculando los tantos por ciento
De posibilidades de gloria.
La historia de nuestra vida
Está hecha de próximas jornadas
Y de mantenidas esperanzas,
Jugamos con el pasado
Y seguimos siendo
Musgo adosado al tiempo,
Endebles juncos
A merced de cualquier cambiante verso.
Un fragmento que cabalga
Sin ninguna posible estación,
Caricaturas conscientes
Del paso del tiempo,
Con un montón de visitas
En nuestra mente:
. Sueños,
. Fechas,
. Lugares…
Y sentado en un pequeño rincón
El fantasma de nuestra historia
Vestido de mil colores,
Según las ocasiones,
Calculando los tantos por ciento
De posibilidades de gloria.
La historia de nuestra vida
Está hecha de próximas jornadas
Y de mantenidas esperanzas,
Jugamos con el pasado
Y seguimos siendo
Musgo adosado al tiempo,
Endebles juncos
A merced de cualquier cambiante verso.
martes, 15 de mayo de 2007
EL LIDER ESPIRITUAL DE LA DERECHA Y FINO ESTADISTA
Fhurecito, el terror de las carreteras
Una biografía del expresidente revela cómo en sus años de candidato era un loco del volante que acumulaba multas, viajaba a toda velocidad y destrozaba los coches del PP En una campaña recibió más de 30 sanciones.
"Amante de la velocidad y de los coches potentes, en los años de su juventud fue el terror de la carretera". Contra lo que pudiera parecer, esta definición del expresidente José María Aznar no procede de ninguno de sus acérrimos adversarios, sino que forma parte de una hagiografía escrita por dos partidarios suyos, los periodistas Isabel Durán y José Díaz Herrera (Aznar: la vida desconocida de un presidente. Editorial Planeta), poco antes de las elecciones del 2000. Ambos conocían de cerca del entorno del político que la semana pasada se despachó a gusto contra las campañas de Tráfico del control de la velocidad y el alcohol. Y así lo demuestran en el voluminoso libro.
En la página 107 cuentan, por ejemplo, como "a los conductores del Partido Popular, Estanislao Cumplido de la Cruz y Juan Vilches, no les gustaba dejarle los coches porque los destrozaba" o que en la etapa en que era diputado por Ávila, "sus compañeros de partido temblablan cada vez que les pedía que fueran a recogerle a Madrid". Al parecer, tenía por costumbre exigirles que le dejaran conducir. "Yo voy a buscarle encantado pero no le dejo el coche, que luego las multas me llegan a mí", solían responder los militantes al secretario técnico de Alianza Popular (AP) de Ávila, Sebastián González, brazo derecho de Ángel Acebes. González reconoce que a menudo era incapaz de encontrar a un voluntario de Nuevas Generaciones dispuesto a ir a buscarle.
"En esa época --siguen los autores --, no había viaje en que no le parara la Guardia Civil por exceso de velocidad. Aznar, en la mayoría de las ocasiones, no se molestaba en discutir con el responsable de la patrulla de tráfico. Por el contrario, muy digno, les decía: . Luego el partido pagaba las sanciones".
Pero no siempre era así. A veces las sanciones recaían en terceros que no tenían nada que ver, como prueba una conversación telefónica entre el jefe provincial de Tráfico en Ávila, Lorenzo Martín Ortega, ya fallecido, y el director del concesionario Volkswagen en la capital castellana, Rufino Yuste. El primero llama a este último y le dice lo siguiente:
"--Rufino, ven a verme y tráeme el carnet de conducir.
--¿El carnet? ¿Para que quieres tú mi carnet?
--Porque te lo voy a quitar hoy mismo y vas a estar tres meses sin conducir.
--Y eso, ¿por qué?, ¿qué he hecho de malo?
--¿Que qué has hecho? ¿Te has vuelto loco o qué? Tengo más de 30 multas de Burgos, León, Palencia y Valladolid. ¿Qué haces tú circulando en sentido contrario, saltándote los semáforos, aparcando en prohibido y en doble fila y sobrepasando todos los límites de velocidad? Rufino cae entonces en la cuenta.
--¿Las multas no serán de un Passat gris metalizado?
--Sí, un Volkswagen Passat, efectivamente.
--Entonces envíalas a Alianza Popular. Porque el coche está todavía a mi nombre, pero se lo vendí a José María Aznar para la campaña autonómica y no lo llegué a conducir" .
Los autores recuerdan en el libro que en esa campaña el Passat de Aznar recorrió 45.000 kilómetros y ya estaba para el desguace cuando finalizó. Tras la lectura de algunos pasajes, queda la sensación de que la explicación dada por algunos políticos a las declaraciones de Aznar era inexacta. Quizá el alcohol consumido en la cata de vinos de Valladolid no le nubló la inteligencia sino que, como dice el refrán, le llevó a revelar lo que de verdad piensa y nunca se había atrevido a decir en público.
El libro da más pistas sobre ello. También desvela que Aznar, según su esposa, Ana Botella, era un desastre en la cocina y asegura que si no se ha muerto de hambre es porque de joven era aficionado a las hamburgueserías, las pizzerías, la coca-cola light y a todo tipo de comida-basura. Ahora ya sabemos por qué tras la cata de vinos criticó las campañas de Sanidad contra la comida rápida.
lunes, 14 de mayo de 2007
MELON A LA PLANCHA CON ANCHOAS
INGREDIENTES:
melón
anchoa fresca
una copa de oporto
aceituna verdes y pepinillos
PROCEDIMIENTO:
Poner a macerar el melón con el oporto un par de horas, asar el melón a la plancha hasta que quede un poco dorado, asar también las anchoas por el lado contrario a la piel y colocarlas en cada trozo de melón asado.
Adornar con una fina vinagreta de aceitunas y pepinillos finamente cortados.
LEONARDO DA VINCI (VINO Y COCINA)
El mayor genio del renacimiento, Leonardo da Vinci fue un bebedor entusiasta y un amante de la buena cocina; aunque abusaba de las anchoas y de las anguilas. Se dice que en su juventud, llegó incluso a regentar alguna taberna. Pero a pesar de que era maestro en las artes de cocina, se alimentaba parsimoniosamente dando más importancia al vino místico que a la materia sólida. En su libro de cuentas, aparecen los gastos de su economía doméstica: 2 liras de pan, 6 liras de vino, 1 huevo, 4 angulas.
Leonardo fue propietario de una viña cerca de Milán, en la Porta Vercellina. En todos los países latinos, la viña fue siempre un símbolo de prosperidad. Y por eso “trovare una bella vigna” es todavía en italiano, sinónimo de encontrar una bicoca.
Leonardo no fue, sin embargo afortunado ni rico. Como maestro de ceremonias de la corte de los Sforza, era un genio organizando espectáculos y banquetes. Se presentaba como ingeniero, porque en su época eran más apreciados y mejor pagados que los pintores.
“No tengo par en la fabricación de puentes – explica en una de sus cartas de presentación – y hago pasteles que no tienen igual”. Amasando el mazapán, realizaba magnificas maquetas de arquitectura para presentar sus proyectos.
En una época de su vida cobraba sus trabajos en vino; pero, cuando ya era un artista famoso, Ludovico el Moro le regaló una viña en la zona de Nebbiolo. En su testamento deja sus viñas, por partes iguales, a su cocinera y a su sirviente Salai.
Leonardo fue propietario de una viña cerca de Milán, en la Porta Vercellina. En todos los países latinos, la viña fue siempre un símbolo de prosperidad. Y por eso “trovare una bella vigna” es todavía en italiano, sinónimo de encontrar una bicoca.
Leonardo no fue, sin embargo afortunado ni rico. Como maestro de ceremonias de la corte de los Sforza, era un genio organizando espectáculos y banquetes. Se presentaba como ingeniero, porque en su época eran más apreciados y mejor pagados que los pintores.
“No tengo par en la fabricación de puentes – explica en una de sus cartas de presentación – y hago pasteles que no tienen igual”. Amasando el mazapán, realizaba magnificas maquetas de arquitectura para presentar sus proyectos.
En una época de su vida cobraba sus trabajos en vino; pero, cuando ya era un artista famoso, Ludovico el Moro le regaló una viña en la zona de Nebbiolo. En su testamento deja sus viñas, por partes iguales, a su cocinera y a su sirviente Salai.
TORTILLA DE PATATAS DE OTRA MANERA
PRIMER DIA DE VACACIONES
Nadaba yo en el mar y era muy tarde,
justo en ese momento
en que las luces flotan como brasas
de una hoguera rendida
y en el agua se queman las preguntas,
los silencios extraños.
Había decidido nadar hasta la boya
roja, la que se esconde como el sol
al otro lado de las barcas.
Muy lejos de la orilla,
solitario y perdido en el crepúsculo,
me adentraba en el mar
sintiendo la inquietud que me conmueve
al adentrarme en un poema
o en una noche larga de amor desconocido.
Y de pronto la vi sobre las aguas.
Una mujer mayor,
de cansada belleza
y el pelo blanco recogido,
se me acercó nadando
con brazadas serenas.
Parecía venir del horizonte.
Al cruzarse conmigo,
se detuvo un momento y me miró a los ojos:
no he venido a buscarte,
no eres tú todavía.
Me despertó el tumulto del mercado
y el ruido de una moto
que cruzaba la calle con desesperación.
Era media mañana,
el cielo estaba limpio y parecía
una bandera viva
en el mástil de agosto.
Bajé a desayunar a la terraza
del paseo marítimo
y contemplé el bullicio de la gente,
el mar como una balsa,
los cuerpos bajo el sol.
En el periódico
el nombre del ahogado no era el mío.
Luis García Montero
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