alma de cardo rojo
huevas de bacalao en conserva
piñones
alcaparras
PROCEDIMIENTO:
El cardo rojo de Ágreda es una joya culinaria, pero en este caso no vamos a utilizar las pencas, si no, el alma o tuétano del cardo, esos 10-12 cm de parte interior, que se ubican en la parte inferior de la mata, reservamos las pencas y hacemos láminas finas de ese tuétano o alma, les añadimos aceite de oliva para que se mantengan blancas y reservamos.
Una puntualización, si de este cardo sólo has utilizado las pencas y has tirado esa parte interior, que sepas que has cometido un "delito cuasi imperdonable para una legión de sibaritas gourmets", que lo sepas.
El cardo rojo de Ágreda es una joya culinaria, pero en este caso no vamos a utilizar las pencas, si no, el alma o tuétano del cardo, esos 10-12 cm de parte interior, que se ubican en la parte inferior de la mata, reservamos las pencas y hacemos láminas finas de ese tuétano o alma, les añadimos aceite de oliva para que se mantengan blancas y reservamos.
Una puntualización, si de este cardo sólo has utilizado las pencas y has tirado esa parte interior, que sepas que has cometido un "delito cuasi imperdonable para una legión de sibaritas gourmets", que lo sepas.
Para la confección de este emparedado, colocamos entre las dos láminas del pseudotuétano del cardo las huevas de bacalao en conserva, encima unas huevas de lumpo (si puede ser caviar genuino, por supuesto), regar con un buen aceite de oliva virgen extra, unas alcaparras de Ballovar para el contrapunto ácido y unos piñones tostados...¡ala!... a malcriar a tus pupilas gustativas...
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