Pedro Ximénez es una variedad de uva morfológicamente de aspecto redonda, de piel fina, casi transparente, delicada y muy sensible a los climas húmedos. Por este motivo, la variedad de uva Pedro Ximénez ha dejado de cultivarse en otros marcos refrescados por marinas brisas costeras. Los marítimos rocíos la pudren con facilidad.
Encuentra su hábitat ideal en climas secos y calurosos en los que proporciona vinos generosos de gran finura y elevado grado alcohólico natural. Polifacética, es también la materia prima exclusiva del exquisito vino dulce que lleva su nombre, también conocido como Pedro Jiménez o Pedro Ximén, según que zona de Andalucía. Es muy sensible al mildeu y a la podredumbre. Exige suelos aireados, profundos, secos y ricos en carbonato cálcico.
Ficha del vino Pedro Ximénez
Encuentra su hábitat ideal en climas secos y calurosos en los que proporciona vinos generosos de gran finura y elevado grado alcohólico natural. Polifacética, es también la materia prima exclusiva del exquisito vino dulce que lleva su nombre, también conocido como Pedro Jiménez o Pedro Ximén, según que zona de Andalucía. Es muy sensible al mildeu y a la podredumbre. Exige suelos aireados, profundos, secos y ricos en carbonato cálcico.
Ficha del vino Pedro Ximénez
Estos vinos, pesentan un color caoba oscuro, con profundos aromas de pasificación. Suave y dulce a la boca. Pleno, vigoroso y con perfecto equilibrio.
Porte de vegetación erguido. Tronco vigoroso. Hojas adultas de tamaño medio a grande de color verde fuerte con poco brillo y envés acerado. Los racimos de uvas Pedro Ximénez son de tamaño medio grande. Bayas de tamaño medio de coloración regular amarillo verdosa. Piel fina y pulpa blanda.
Porte de vegetación erguido. Tronco vigoroso. Hojas adultas de tamaño medio a grande de color verde fuerte con poco brillo y envés acerado. Los racimos de uvas Pedro Ximénez son de tamaño medio grande. Bayas de tamaño medio de coloración regular amarillo verdosa. Piel fina y pulpa blanda.
ELABORACION:
El proceso comienza con la recogida de las uvas, en cajas, cuando está madura. Luego se extienden los racimos sobre las paseras - tiras de material plástico de aproximadamente un metro de ancho - para deshidratarse al sol.
Aquí están aproximadamente una semana, las uvas pierden agua y ganan en azúcares, entre otros elementos. Una vez obtenida esta pasificación, los racimos se llevan al lagar, donde se prensar para obtener su dulce y preciado zumo. El rendimiento es muy bajo, unos 30 litros de mosto por cada 100 kgr. de uva con unos 400 gr. de azúcar por litro de media, para transformar tanto azúcar en alcohol a veces se le añade un licor vínico hasta alcanzar los 17-18 grados.
El paso siguiente es introducrlo en botas ( barricas) viejas de alrededor de 600 litros.
El PX es extremadamente lonjevo, casi eterno, se dice.
El maridaje de un PX con el queso azul picante o curado es espectacular, una armonía ideal, para sorprender.
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