Pimienta rosa (o falsa pimienta), vinagre de módena...¡qué tono dan a las fresas!
INGREDIENTES:
fresas
pimienta rosa
pétalos de flores comestibles
Para el almíbar:
agua
azúcar moreno
vinagre de módena
PROCEDIMIENTO:
Un recuerdo permanece fuerte, potente, imborrable: el sabor de las fresas salvajes, que el viejo profesor contempla en un rincón del parque, y que simbolizan la vida que se le escapa a borbotones. Todo ello, en un espacio de pesadilla en el que, hasta los relojes que miden el tiempo, han perdido sus agujas, su cara surcada por mil batallas refleja un tiempo que se fue para siempre, y del que sólo permanece un recuerdo: el sabor , a la par ácido y dulce de unas fresas escondidas en un rincón del jardín...Esto, mas o menos, es el argumento de la película de Bergman, Fresas salvajes, que poderosa puede ser nuestra memoria capaz de sintetizar todas las sensaciones vividas en un sabor, el de las fresas.
Hacer un almíbar colocando al fuego el agua, el azúcar moreno y un par de cucharadas de un buen vinagre de módena, hervir un momento y dejar enfriar.
Adicionar a este almíbar, una vez frío, las bayas de pimienta rosa y mezclar con las fresas troceadas a cuartos o mitades, dejar por lo menos una hora en frigorífico.
Presentar los trozos de fresa, cada uno con una pimienta rosa, pétalos de flores comestibles y una juliana de los pétalos de rosa.
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