INGREDIENTES:
arroz
manitas de cordero
ajo, cebolla, aceite de oliva virgen extra
mantequilla
queso parmesano
curcuma
canónigos
PROCEDIMIENTO:
Este es un risotto de delicado sabor y bonitos colores, lástima que la iluminación no sea la mejor, pero estoy en camino de mejorarla, un pequeño escenario con luz artificial y fondo verde que estoy en proceso de construcción hará maravillas, el fotógrafo seguirá siendo el mismo, eso sí no creo que mejore mucho, pero interés seguro que pone, bueno a lo que íbamos, que este risotto es maravilloso. Primero hay que cocer las manitas de cordero, te las venden ya limpias y preparadas, incluso algunas las venden ya cocidas que son ideales para esto, si es así las vuelves a cocer en agua con media cebolla, este caldo será el que utilizaremos para cocer el arroz, al que tendremos que añadir los canónigos y triturar todo hasta que quede un bonito color verde, unas vez cocidas o recocidas las manitas procederemos a deshuesarlas, fundamental proveerte de unos guantes de latex para esta función, reservamos la carne liberada del hueso.
Procedemos a hacer el risotto de la forma convencional: un poco de ajo picado y una chalota en aceite frío, sofreir, echar arroz e ir añadiendo caldo, en este caso el agua de cocción de las manitas con los canónigos triturados ( el caldo verde), sin dejar de remover ya que lo que perseguimos es que el arroz saque su almidón para que el conjunto quede meloso, cuando la cocción del arroz esté concluida agregamos un poco de mantequilla, el queso parmesano rallado, esto le dará una buena untuosidad y los trozos de carne de las manitas ya cocidas.
PRESENTACION:
Ayudados con un aro de emplatar colocamos un poco de arroz en el mismo, queso rallado con el microplaine que le dará una consistencia etérea encima y con un pincel colocamos una raya amarilla de cúrcuma diluida en agua que procuraremos mezclar al comer el arroz.
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