Un queso hecho con base de un buen yogur.
INGREDIENTES:
yogur natural de leche entera
PROCEDIMIENTO:
Lo fundamental para realizar este queso es un buen yogur, no vale cualquiera, debe de ser procedente de una leche entera y nada de descremados y esas cosas, existen en el mercado yogures con estas características, nosotros hemos usado un litro de un yogur comercial, de cabra en este caso, envasado en botella.
Colocar todo el yogur en un colador fino, el objeto es que fluya el suero del mismo, lo dejamos en nevera unas 10 ó 12 horas, cuando esté bastante escurrido lo colocamos en un paño blanco por el que pueda fluir el suero que todavía contiene, hacemos una especie de bola del mismo y lo dejamos colgando, siempre en frigorífico para que escurra todo el líquido que contenga.
A las 24 horas o incluso mejor un par de días tendremos un queso untuoso y sabroso, para servirlo sólo o con aceite de oliva o acompañando ensaladas.
También podemos hacer bolitas pequeñas e introducirlas en un frasco lleno de aceite, de esta manera tendrán una buena conservación.
Este queso admite perfectamente aromatizarlo con alguna hierba: albahaca, orégano, tomillo, menta...
El labneh (pronunciado también labaneh) es una especie de queso-yogur de color blanco elaborado con leche de oveja, de vaca y ocasionalmente de cabra, muy típico de las cocinas de Oriente medio. Tiene una consistencia entre el yogur y el queso, y a veces (depende del país) puede tener una textura pastosa. Con el motivo de preservarlo durante más tiempo, se le puede dejar secar en forma de bolas de tres a cuatro centímetros de diámetro y se sumergen en una conserva con abundante aceite de oliva.
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