Para los helicófagos
INGREDIENTES:
caracoles
champiñones
ajo
almendras
pan frito
sal, pimienta
aceite de oliva
guindillas
una copa de vino rancio
PROCEDIMIENTO:
Una vez bien limpios los caracoles los cocemos partiendo de agua tibia con sal, agregamos algún aromático, tomillo, laurel...y un hueso de jamón.
Una vez cocidos los escurrimos y reservamos.
Cocinad los champiñones al ajillo, cortándolos en trozos, reservad.
Haced una picada con un diente de ajo, pan frito y almendras tostadas, una vez esta picada sea una pasta añadiremos el vino rancio.
Mezclaremos los caracoles con los champiñones al ajillo, colocándolos de nuevo en el fuego, agregaremos la picada y mezclaremos todo, agregaremos unas guindillas para darle un punto picante.
Los caracoles suscitan entre los humanos casi tantas fobias como filias, pero si tu eres un verdadero helicófago, no lo dudes, son un manjar exquisito, eso sí, debes de seguir ciertas normas para su limpiado y guisado, también tienes la opción, nada despreciable por cierto, de comprarlos ya limpios y cocidos.
Para prepararlos para guisar, previamente deben estar purgados, antaño se colocaban en una "caracolera" de mimbre en la que penetraba el aire y se tenían unos días para que se "limpiasen", en el sentido mas escatológico de la palabra, incluso se les ponía salvado, ya sabes "pura fibra".
Una vez purgados, hay que limpiarlos con varias aguas mezclada con vinagre, en medio tan acético para que acaben de limpiarse.
Para cocerlos hay que partir de agua fría, echarlos en este medio, para que saquen a pasear su esbelto cuerpo y que el calor, ( cuando tu le des caña al fuego), les sorprenda, con sus bellezas al aire.
La primera agua de cocción desecharla, y acabar de cocerlos, en una segunda agua, unos 30- 40 minutos.
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