miércoles, 20 de agosto de 2008

LOU REED Y LUCIANO PAVAROTTI - PERFECT DAY




UN DÍA PERFECTO PARA EL RETORNO DE LAS VACACIONES ¿PORQUE NO?

La ciudad en agosto sigue siendo de cemento y hormigón, las calles están vacías y los conductores se saltan los semáforos. Mi reloj se ha parado justo con el último gintonic y el taxista no sabe llevarme a casa.
Te llamaré al alba, me dijiste, pero ¿ no te has dado cuenta que los teléfonos no funcionan en agosto en esta ciudad ? además, mi número lo perdiste una mañana de espesa niebla.
En el quinto C las sábanas se pegan al cuerpo, no funciona el aire y creo que no le he dado propina al taxista, pero todo es relativo en esta ciudad, en agosto.
En agosto, en esta ciudad se llenan de humo todos los besos que no me diste, se los ha tragado el cemento y el hormigón.
Yo sí te llamaré al alba, quiero volver contigo a aquel cine de verano donde los insectos revoloteaban sobre nuestras cabezas y la pasión erizaba los cabellos de tu piel, quizás podamos volver a ver los pájaros de Baden-Baden...
Esta ciudad en agosto sigue siendo de cemento y hormigón. (tomás)

Lou Reed y Luciano Pavarotti Perfect Day 2001
Lou Reed (nacido como Lewis Allen Reed el 2 de marzo de 1942 en Freeport, Long Island, Nueva York) es un cantante y escritor de rock, considerado el padre del rock alternativo, primero como líder del grupo The Velvet Underground y luego en solitario. Enormemente influyente en el arte pop desde la década de los 60, sus principales discos son Rock'n Roll Animal, Transformer y, para un primer acercamiento, el soberbio concierto que ofreció en el Meltdown Festival: Perfect Night Live in London. Vive en Nueva York.
En su época de The Velvet Underground escribió canciones que han pasado a la historia de la música pop: Heroin, Rock and Roll y Sweet Jane.

La obra de Lou Reed y su trayectoria personal deben contemplarse como un todo. Los excesos del pasado y su actual sobriedad, las etapas de estupor creativo y los más admirables logros; sus canciones clásicas y las que podrían olvidarse: todo forma parte de una misma experiencia. Así, sus discos deberían asumirse como los distintos capítulos de una vida marcada por los tres acordes básicos del rock... y un puñado de palabras hermosas o terribles. Visto en su totalidad, con la perspectiva que aporta el paso del tiempo, su legado adquiere otra entidad. No es posible entender White Light/White heat sin conocer el tono subyugado de The Velvet Underground, comprender la majestuosidad de Berlin tiene su contrapunto banal en Sally can´t Dance, valorar el infernal caos de Metal Machine Music sin haber gustado la ligeresa y la brillantes de Coney Island Baby. En cualquiera de los casos citados estamos ante la misma persona. Y, para ahorrarnos los tópicos habituales (poeta de las calles, animal del rock´n´roll y un largo etcétera), Voy a decir que unicamente para mí, Lou Reed es, más que cualquier otra cosa, el rock mismo. En carne y hueso. Me resulta imposible concebir esta música, tal como la conocemos actualmente, sin su presencia.

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