De origen más exótico, concretamente de la zona central del continente africano, es la pintada o gallina de Guinea. Aunque antiguamente se cazaba, la pintada se cría actualmente en cautividad y se engorda para aumentar y mejorar su carne. Del orden de las galliformes, a simple vista puede confundirse con los pavos, aunque las pequeñas motitas de color blanco que salpican su plumaje (de ahí su nombre, pintada), nos informarán de que se trata en realidad de la gallina de Guinea.Perfecta para elaborar asados con los que quedar bien en las fiestas navideñas, también se puede consumir a lo largo del año en estofado, en pepitoria o escabechada. Su carne jugosa y de sabor intenso la convierten en perfecta para dar un soplo de aire fresco a nuestros guisos. Aquí os describo un plato con esta sabrosa ave.
INGREDIENTES:
una pintada pesan sobre 1200 gramos.
harina
sal gorda
sal fina
dos huevos
clavo, romero, pimienta, sal
PROCEDIMIENTO:
Salpimentar y poner en el interior de la pintada las hierbas aromáticas, si te gusta otra en especial pues la pones.
En un bol haremos la masa para envolver la pintada, se trata de hacer una masa que podamos estirar con el rodillo y envolver toda el ave, para ello mezclaremos 2 partes de harina, una de sal gruesa y una de sal fina, dos huevos y el agua necesaria para que nos quede una textura como para poder estirarla, a esta pasta añadimos especias de clavo, romero, tomillo...
Estiramos la masa con el rodillo y envolvemos totalmente la pintada, formando un paquete compacto.
Metemos al horno 200 grados sobre una hora y 15 minutos.
La costra nos quedará dura como una piedra, la rompemos y tendremos una pintada jugosa.