Después de 41 años de abstinencia electoral había hambre de voto y ganas de abandonar la larga noche franquista. Aquellas elecciones gestionadas por los herederos del franquismo con 67 partidos, una verdadera sopa de letras, 400 presos políticos y todos los aparatos del estado al servicio de un partido. Pero que más daba se intuía el alba, la salida de la noche franquista.
Por aquellos años se estrenaba asignatura pendiente, teniamos una inflación galopante del 30 por ciento, y un paro de un 20 por ciento, el rey tenía poder para designar a 41 senadores, una quinta parte del senado.
Me recuerdo en la cola, esperando votar en aquella España negra donde se intuía una lucecita al fondo... hace poco también he votado, pero había una diferencia estaba mi hijo también en la cola,
¡ como hemos cambiado ! en nada se parece la fotografía de aquella España con esta, pero algo más podríamos haber hecho esta generación, no se si hemos puesto todo el interés, pero estoy seguro que en otros 30 años más esta generación mucho más formada que nosotros, lo hará.
En fin me queda el consuelo de que seguimos teniendo el corazón rojo y a la izquierda.
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